EXPOSICIÓN: NO ART / NO CHANGE

La amenaza del cambio climático ha trascendido a la nueva generación convertida en incredulidad y pesimismo. En busca de una solución viable para enderezar la situación nos topamos con la contradictoria actitud de los políticos y las grandes empresas, que parecen jugar al doble juego de la concienciación y la irresponsabilidad, al abordar la cuestión a través de campañas que pretenden remover las conciencias mientras se siguen invirtiendo millonadas
en proyectos que no cumplen ni de lejos los requisitos de sostenibilidad y que, es más, agravan el problema. Con la Agenda 2030 ‒medida de extrema necesidad que, esperamos, no haya llegado demasiado tarde‒ como telón de fondo, los acontecimientos a los que asistimos a diario continúan siendo poco halagüeños y, con ellos, las predicciones se vuelven cada vez más catastróficas.
El objetivo de No Art, No Change va más allá de la simple crítica al atolladero medioambiental en el que la sociedad humana se encuentra. Bombardeada por mensajes de falsa esperanza, por quimeras que, en cierto modo, entorpecen la visión y la verdadera búsqueda de una vía válida para acometer la tarea, la ciudadanía debe recapacitar y actuar ya no solo en el terreno de la individualidad cotidiana ‒como se ha venido pidiendo en las últimas décadas‒, sino apuntando a aquellas esferas que realmente concentran el poder para llevar a cabo cambios radicales en la gestión de los recursos o elementos naturales.
En 2021, después de encontrarse casi por casualidad con una antigua edición de L’Histoire Naturelle de George Louis Leclerc, Conde de Buffon, la curadora Marta del Corral llegó a formularse una serie de preguntas de lo más oportunas, las cuales definen sin duda una de las grandes cuestiones de nuestro contexto vital: «¿podría la cultura servir como vehículo para difundir y promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible? ¿podría la cultura integrar el marco de acción de la Agenda 2030 en la propia gestión cultural?¿podríamos los agentes culturales ser parte activa en ese cambio transformador tan necesario para lograr el desarrollo sostenible?». Así tomó forma su muestra Art for Change. Málaga: animalario para la Agenda 2030, que ahora se somete a relectura o actualización, con la idea de ampliar sus horizontes y proyectar el tema hacia otras miradas, motivaciones y campos de actuación.
Tomando las impresiones de L’Histoire Naturelle del Conde de Buffon como motivo central y catalizador de los valores e ideas que se promulgan, la muestra se va desarrollando según un diseño de sala que adopta la forma de llamamiento directo a la interacción y participación del público. El libro mural que recubre la pared principal del espacio expositivo actúa como ese eje en el que se vuelcan proclamas, preocupaciones y anhelos de los espectadores, convirtiéndose también en agentes promotores de la propia narrativa del proyecto. La figura del público es parte activa y fundamental en el desarrollo de No Art, No Change, un hecho que viene a reforzar el mensaje de compromiso y cooperación que se intenta transmitir. El desafío es intergeneracional y planetario, y como en el libro mural que se ha dispuesto, unidas y en sintonía, deben estar las acciones que se lleven a cabo en aras de reparar una cuestión que
pone en serio peligro la vida orgánica de la Tierra tal y como la conocemos.